Biografia del Silencio

Biografía del Silencio. Pablo d’Ors. Siruela

Biografía del Silencio

Debes vaciarte de todo lo que no eres tu.

Es maravilloso constatar cómo conseguimos grandes cambios en la quietud más absoluta…. no es solo que el silencio es curativo, también lo es la quietud.

La experiencia erótica puede ser tan intensa que no permite fugas al pasado ni al futuro: ese es su encanto, su atractivo. Como también ese es el encanto de la auténtica meditación y de cualquier actividad que se realice de forma totalmente entregada.

En el zen no se intenta nada; se hace o no se hace, pero no se intenta. Y hay en el zen -como en el taoísmo en general- una singular preferencia por el no-hacer, convencido como está de que buena parte de las cosas en este mundo funcionarian mejor sin la intervención humana, que tiende a violentar su ritmo natural o a crear efectos secundarios de incalculables proporciones.

Yo, naturalmente, nose bien que es la vida, pero me he determinado a vivirla… no quiero perderme nada… La vida es un viaje espléndido, y para vivirla solo hay una cosa que debe evitarse: el miedo.

La creación artística… es buena si produce alegría. En ese sentido, no es en absoluto cierto que haya que esforzarse o disciplinarse para escribir un libro. El libro se escribe solo, el cuadro se pinta solo, y el escritor o el pintor están ahí, ante su lienzo o cuaderno en blanco, mientras esto sucede. La virtud del escritor radica únicamente en estar ahí cuando el libro se escribe, eso es todo.

En el budismo zen… parece estar muy claro que el mejor modo para ayudar a los demás es siendo uno mismo… todos somos uno.

Creer que uno puede ayudar es casi siempre una presunción. En el zen se enseña a dejar a los demás en paz, porque poco de lo que les sucede es realmente asunto tuyo. Casi todos nuestros problemas comienzan por meternos donde no nos llaman.

Por difundido que este vivir persiguiendo lo que nos agrada y rehuyendo lo que nos desagrada, semejante estilo de vida hace de la vida algo agotador.

…más de un ochenta por ciento de nuestra actividad mental… es totalmente irrelevante y prescindible, mas aun, contraproducente. Es mucho más saludable pensar menos y fiarse más de la intuición, del primer impulso. Cuando reflexionamos solemos complicar las cosas, que suelen presentarse nítidas y claras en un primer momento. Casi ninguna reflexión mueve a la acción; la mayoría conduce a la parálisis.

Pensamos mucho la vida, pero la vivimos poco. Ese es mi triste balance.

Lo que nos hace sufrir son nuestras resistencias a la realidad.

…no correr, sino parar; no esforzarse, sino abandonarse; no proponerse metas, sino simplemente estar ahi.

…la meditación es una escuela, un despertar a lo que somos.

La meditación enseña que cuando no se tiene nada, se dan más oportunidades al ser. Es la nada donde el ser brilla en todo su esplendor.

La meditación apacigua la máquina del deseo y estimula a gozar de lo que se tiene.

Tanto más deseemos y acumulemos, tanto más nos alejamos de la fuente de la dicha.

En realidad, no hay ningún problema en absoluto… El verdadero problema son nuestros falsos problemas.

Lamentablemente, todos solemos estar demasiado enamorados del drama. Nos inventamos los problemas y las dificultades para sazonar nuestra biografía.

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