La mirada del pasado

El Fuego no mata, el fuego transforma, renace, cuece, calienta, regenera…

Asi el rito surge, mis notas del pasado pierden peso ahumando el espacio, bailan, se retuercen, se resisten, hasta que el fuego saca su belleza escondida, esos grises y negros densos como mis canas. Aún dejando ver esas letras o arrugas de sonrisas y dolores, de aquello vivido. Y acaso esa mirada del pasado, de ojos penetrantes que ya descansan y se sumergen en su abismo negro y profundo… vuela y se disuelve en el cosmos como sus cenizas en ese aire que limpia, para vivir este misterioso e incierto presente…

Aquello vivido, que este renacer sueña, abraza y ama.

Previous
Previous

La leyenda del Colibri

Next
Next

The Consciousness of a Place