La Familia de Vida
Aunque compleja y divina, es fácil entender la consistente e incluso racional definición de nuestra familia biológica, y así de uno mismo. Su génesis fue por dos personas y en un instante, uno no participó consciente ni subconscientemente en ella.
Sin embargo es infinitamente más compleja y mágica, e imposible de entender la inconsistente e incluso Hirracional definición de nuestra familia de vida, y así el efecto en uno mismo. La aleatoriedad de su génesis se fabrica por muchos guerreros fantásticos, bondadosos y generosos, que inexplicablemente se unen a nuestros caminos, o yo me uno al de ellos, haciendo maravillosos surcos que redirigen nuestros ríos a inciertas aventuras de vida. A largo tiempo y por la multiplicación de momentos épicos compartidos, se teje sin darnos cuenta de inicio, una conexión eterna, que aunque no biológica, si definitoria de nuestra novela de vida. Los personajes de esta novela, son protagonistas de cada capítulo, que al irse sumando y mezclando, se leen y se viven absurdamente ricos, emotivos, dando nacimiento a experiencias y sentimientos eternos, y así definiendo esta hermandad incondicional.
Posiblemente podría creer o soñar, que de manera orgánica y accidental, se generó una escuela íntima de Arquitectura (de vida) entre nosotros donde todos fuimos y somos maestros y aprendices, donde la pasión, la ética y la efervescencia del Salto al Vacío compartido, hilvano convicciones en el quehacer de nuestro oficio para crear espacios humanos, emotivos y sensuales. Donde los usuarios en comunión con su contexto y medio ambiente entran a una mejor vida marinada por esos corazones vertidos en cada proyecto. Asi, nuestra onírica locura, nos da ese vigor y poder de no intentar sino lograr sueños físicos, poéticos e Hirracionales, que dejan más que un edificio, un aroma, una memoria, un aura donde el mundo sabrá que aquí estuvimos vivos y en vivo cada momento.