Elogio del Insomnio
Alberto Ruy Sanchez. Debolsillo
Elogio del Insomnio
Comienza entonces a caminar, casi arrastrándose, un tiempo mucho más lento que todos los demás.
La noche es el reino de los sentidos. Hasta la vista, en la obscuridad de la noche, se agudiza y se transforma convirtiéndose en visión. Eso que llaman, a veces tan despectivamente, hedonismo, y que no es más que prestar atención a la importancia del placer sensorial en la vida, tiene en el insomnio feliz uno de sus territorios de plenitud.
Soy consciente de que para algunos este tiempo no es tan maleable y placentero. Lo consideran un regalo envenenado y fatigoso. Lo llaman con inmenso respeto "el insomnio". Casi como si dijeran Don Insomnio. El cacique de sus noches sin sueño. Una pesadilla. Lo padecen en vez de gozarlo y hasta buscan "curárselo".